Cómo comprar una camisa...
Al comprar una camisa debemos tener en cuenta los aspectos que se indican a continuación: el cuello, los puños, el material y el diseño de la tela.
El cuello. Nunca se debe ver gastado, arrugado ni sucio. Tampoco pueden quedar las puntas levantadas al hacer el nudo de la corbata, inflarse ni dejar ver el botón por debajo del nudo. Para escoger el diseño del cuello, las puntas deben abrir perfectamente de manera simétrica a ambos lados del nudo, permitiendo que este descanse y ocupe ese espacio de manera perfecta y completa. También hay que fijarse, que en la parte de atrás el cuello de la camisa sobrepase al del saco y que de frente las solapas tapen las puntas del cuello.
La forma. El estilo y tamaño se escogen de acuerdo con el ovalo facial, contextura corporal y personalidad. Si la contextura es pesada o la cara cuadrada, no se puede usar un cuello angosto o con pasador, porque lucirá ahogado, incómodo y mal vestido.
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Como cuidar las camisas…
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Actualmente, la mayorÃa de camisas se usan sin almidón en cuello y puños. Casi todas las camisas son una mezcla de fibras sintéticas, lo cual permite un lavado más rápido y eficaz. Sin embargo hay unos pasos importantes para aplicarlos y conservar la prenda:
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Lavarlas a mano con jabón suave, si el cuello esta percudido se usa un jabón lÃquido especial se deja un rato y si es el caso se extiende con la ayuda de un cepillo de cerda natural. Para secarlas conviene colgarlas abotonadas en ganchos plásticos que no manchen. Se retiran y se disponen para planchar húmedas.
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Después de lavar y antes de planchar la camisa, se riega con un poco de agua en aerosol y se deja enrollada en una bolsa plástica para que conserve la humedad. Después proceda a plancharla.
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Al cuello y al puño no se les pone la plancha caliente encima porque quedan brillantes y se puede quemar el material.
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También se usa el pre-planchado que hace desaparecer fácilmente las arrugas y da a las prendas una apariencia impecable.
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Para guardar las camisas es mejor colgarlas en ganchos de plástico o madera, abotonadas a la altura del cuello. Se organizar por colores y se deja un espacio de aire entre ellas. Las mangas se ponen hacia el frente para que no se arruguen. También se pueden doblar como vienen cuando están nuevas.
